miércoles, 15 de julio de 2015

Resumen de la primera temporada de Carmilla

No puedo empezar a resumir la serie sin hacer la mención honorífica de la obra que motivó la creación de los vampiros como los conocemos. Si piensas que Bram Stocker fue el pionero en cuanto a la narración de historias que contuvieran a esta hermosa criatura bebedora de sangre, dale una sacudida a tu cultura general, porque estás equivocada.

Joseph Sheridan Le Fanu se le adelantó en el año 1872 y no sólo con vampiresas de extravagante belleza, también con la mención de un sutil amor sáfico.

Si les apetece adentrarse en la versión clásica y escrita de la historia, pueden descargar el libro aquí (cortesía del Staff de CarmillaLatinoamerica)

Entrando a lo que nos compete con la serie:

La primera temporada nos presenta a un protagonista silente en la boca de Laura Hollis, una estudiante de primer año de periodismo. Nos habla de su proyecto para la clase del profesor Cochrane hablando de la Universidad Silas -ubicada en Austria-. (La facultad de ensueño para todos aquellos que no obtuvieron su entrada a Hogwarts)

Periodismo 102: Presentacion del reporte de investigación.
Para: Profesor M. Cochrane.

Como en el resto de los capítulos, la serie está ambientada únicamente en la habitación de Laura -un cuarto donde la palabra privacidad, no parece existir- y nuestra imaginación.

Laura parece muy apasionada con la idea de investigar los extraños sucesos en algunos de los edificios del campus cuando aparece su compañera de cuarto: Betty. Quien, al menos con la primera impresión, es una muy mala influencia para la joven aspirante a periodista pues en cuanto menciona la palabra fiesta y Danny en  una misma oración, ya no hay argumento válido para que se niegue a acompañarla.

A la mañana siguiente, posterior a una buena fiesta y un moderado consumo de alcohol, Laura se dispone a descubrir cómo le va a su amiga con la resaca pero se encuentra con una cama vacía y una notificación de que la chica ya no es alumna de Silas (Tan oficial que es de opción múltiple).


Laura Hollis no es una persona que pueda aceptar las cosas de forma fácil, sobre todo si éstas no vienen con una explicación que pueda calificar como satisfactoria, por lo que empieza la travesía de investigar qué fue de Betty llamando a todo aquel que le sea posible con tal de obtener razón su paradero.

Aparte de enterarnos de lo obstinada que es, sabemos que es hija única de un hombre sumamente sobreprotector.


Padre sobreprotector = NO smartphone.

Tres semanas estudiando periodismo y haber visto toda la serie de Veronica Mars -más una insana cantidad de carbohidratos simples- la hacen sentirse lo suficientemente confiada para salir y averiguar qué pasó la noche anterior. 

Oh, decepción cuando nadie, absolutamente nadie puede darle referencias de lo sucedido. En ese pequeño momento de desolación la puerta se abre y le damos la bienvenida a la persona que nos regala el título de la serie: Carmilla Karnstein.


 “Bienvenidos sean pantalones de cuero”

La nueva habitante es una pesadilla viviente para Laura pues no entiende de límites morales, pertenencias o cortesía elemental. Carmilla es la clase de persona con la que nadie querría compartir cuarto, al menos no como primera opción. Entre la fase de negación por Laura y la poca disponibilidad de Carmilla por llevar una diplomática estadía en la misma área, se desata una pequeña riña infantil. Por un lado la recién llegada no respeta las reglas y por el otro, Laura cree que la mejor venganza es difundir un pequeño rumor “contagioso” y pagarle con la misma moneda robándole un poco de su leche de soya que resulta ser un extraño suplemento para la hemoglobina.

Para lograr su objetivo de deshacerse lo más pronto posible de Carmilla, Laura acude a la jefa del piso: Lola Perry y su flamante amiga y asistente Susan  LaFontaine, la primera haciendo honor a la normalidad con la que lleva su cargo le da el beneficio de la duda a Carmilla pero la segunda, quien tiene inclinación por las rarezas, insiste en que es un suceso para nada usual, y que probablemente obtener muestras de su compañera le podrían ayudar a confirmar la clase de persona con la que comparte el aire.


Laura está desesperada así que termina sugiriendo que quizá debería acudir a la decana y obtener una resolución más veloz. Las chicas se inquietan un poco y le aconsejan que intente resolverlo sola, quizá con un poco de comunicación pueda dejar pasar el asunto. Perry en su afán de evitar que acuda a la directiva del campus comete el error de mencionar que otras chicas han desaparecido y no ha sido un escándalo.


 “Nadie ha sobrevivido a esta prueba, sólo LaF Like a boss

Con la curiosidad picada Laura insiste en interrogar a las chicas que Perry mencionó antes; ninguna ofrece información relevante para el caso  pero sí pequeñas referencias a un sueño con un gato gigante. La desesperación de la joven se incrementa con cada minuto que no llega a nada así que opta por medidas extremas al subir sus videoblogs y esperar que alguien sepa cualquier cosa sobre la desaparición de las chicas, pero la cosa no va bien -al menos en inicio- porque el firewire de la universidad detecta tal actividad como un movimiento de rebelión estudiantil.


¿Recuerdan aquel dicho que dice: Del amor al odio hay sólo un paso?

Toda la conmoción ayuda a que Laura tenga el acercamiento a su crush: Danny Lawrence, una atleta perteneciente a la Summer Society y asistente en la clase de literatura. La pelirroja también lleva una investigación similar debido a que una integrante del club de atletismo ELSIE también ha desaparecido.


No obstante, con toda ventaja viene algo en contra, así que por el desastre que fue anunciar la desaparición de algunas jóvenes, la fraternidad del campus: los Zeta Omega Mu designan a sus miembros como guardaespaldas de todo el alumnado femenino.


Y la única manera de deshacerse de los chicos es el método de intimidación de Carmilla (Patentado).


Gracias a las ideas innovadoras de Danny y a la actitud alocada de una de las chicas previamente desaparecidas, Laura empieza a tomar un poco de orden sobre el segumiento de las pistas y justo cuando empieza a hacerse las preguntas correctas recibe la inesperada visita de la decana pero en lugar de buscarla a ella, está ahí para tener una pequeña charla con Carmilla.

Como buena chica de 19 años que es, Laura se regodea de la idea de que su enemiga sea regañada por la máxima figura de autoridad de la facultad pero al verla regresar con aire funesto, no puede evitar sentir un poco de empatía con ella e intentar reconfortarla.


 “La primera mirada con amor”

Danny se integra a la escena entregándole a Laura la clave para continuar con la investigación, resulta que uno de los clubes de la universidad tiene documentadas todas las fiestas –con fines de investigación- en las cuales, tras una noche entera de búsqueda intencionada, encuentran el mayor rastro que han obtenido hasta ahora. En TODAS las fotos de las chicas desaparecidas está Carmilla cerca.

Justo ahora que va en la dirección adecuada, Laura empieza a ser víctima de pesadillas, las mismas que Carmilla ha sufrido pero sin ser una coincidencia. La chica en reciprocidad de la empatía que Laura le demostró tras la visita de la decana, le regala un amuleto para espantar cualquier mal sueño y de paso hay, lo que parece, un intento sutil de flirteo que Laura no es capaz de captar porque cree que su amabilidad se debe a que la han descubierto como probable cómplice de secuestro.


“Sólo un ciego no lo vería”

Al sentirse atacada por la paranoia y acompañada de la persona que podría interesarse un poco por lo extraño que es todo esto, Laura se dirige a las oficinas de la decana disfrazada y con coartada pero, digamos que el que tu compañera tenga creencias arraigadas y se ponga a discutirlas con miembros del profesorado no le dieron la oportunidad de llegar a hablar con la mujer. No obstante, obtiene una sospechosa fotografía en la que aparece una joven bastante similar a Carmilla sólo que data de 1954. Su siguiente decisión, aún más brillante que la anterior, es dirigirse a la biblioteca a investigar un poco antes de que oscureciera sobre la mujer que aparece de la foto; LaFontaine y ella sufren de un pequeño ataque por parte de las misteriosas fuerzas que habitan en los edificios. Previo a eso Laura ya había pedido ayuda a Danny con un mensaje a su celular. 

En un momento de revelaciones, las chicas informan que cada veinte años una joven idéntica a Carmilla aparece y contemporáneo a su presencia, al menos cinco mujeres desaparecen. LaFontaine muestra su perspicacia al decirle al mundo entero que Carmilla es un vampiro. La noticia parece impactar bastante al resto porque Danny y Laura lucen asombradas y Perry niega creer en algo tan absurdo (aun cuando tienen todas las pruebas documentadas).

Danny se pone un poco celosa y protectora ante la visión de que Carmilla sea vampiro y le eche ojos seductores a Laura, empezando a buscar las formas posibles para asesinar a la criatura mitológica. Pero en lugar de planear su liquidación, se plantean la forma de atraparla y hacer que confiese sus delitos… utilizando a Laura como carnada.


La estrategia inicia cuando los Zetas les ofrecen la oportunidad perfecta al invitarlas a una fiesta, Laura se aprovecha de la buena actitud de Carmilla y le ofrece ir con ella ahora que su relación va en camino de mejorar -no sin antes hacer una investigación exhaustiva de la mitología de los vampiros.



 “Incomodidad nivel: pedirle una cita a tu peor enemiga”

Paso número uno del plan: Lucir como carnada.


 “Cara de estoy a punto de cometer el peor error de mi vida”
 
Paso 2: Llevar a Carmilla a la fiesta donde Danny y los Zetas están preparados para atrapar a la bebedora de sangre secuestra jovencitas.


Paso 3: Esperen, esto no estaba en el plan.


Al parecer Carmilla entendió la invitación de Laura como una verdadera cita, así que en plan romántico lleva Champán y un atuendo escandalosamente sensual a su encuentro. 
Carmilla: Pareces una virgen lista para un sacrificio.
Laura: No soy yo quien lleva un corset… Wow. Por cierto, ¿qué está pasando aquí?
Carmilla: A medida que pensaba en la fiesta con esos tontos, menos me agradaba la idea. Las fiestas deben ser un momento de brillantes posibilidades, no una colección de idiotas alrededor de una hoguera, así qué he traido la fiesta aquí.


 “¿Intentas embriagarme con champan ridículamente caro? Vale”

El momento empieza a aumentar de temperatura en medida que Carmilla inicia con todo su cortejo, no obstante entre palabras y miradas se percata que Laura no lleva puesto el amuleto y le reclama que de esa forma no tendrá efecto. Laura aplica la típica frase “no quedaba con mi conjunto” y Carmilla le contesta que debería haberle dicho antes que no le gustó.

Conforme la tensión se incrementa entre ellas, Laura cree pertinente el avisarle a las chicas sobre el cambio de planes pero es interrumpida por Carmilla quien le roba el celular de las manos y lo arroja lejos de ella.

Carmilla: Quizá no tenga ganas de compartirte esta noche.
Laura: Eso hubiera sonado más halagador si no me hiciera sentir como un canapé.

  
Esos ojos Laura, test fallado (de nuevo)
 
Una cosa lleva a la otra.


Pero, como la puerta no tiene seguro y Danny tiene un radar especial para detectar peligros cercanos a Laura, una prometedora escena es interrumpida.


Tras una pequeña pelea, muchos ajos y otros artilugios, logran capturar a Carmilla.


 “¿En serio LaF? ¿Tanto te emociona?”

No obstante, a pesar de que todo fue, más o menos, como lo planeado. Pocos minutos después una de las chicas que habían desaparecido y reaparecido sin memoria es secuestrada y la otra asesinada. 
Algo que no encaja, pues ahora tienen a la “culpable” atada en el dormitorio. A pesar de que los sucesos crean una brecha en la culpabilidad de Carmilla, Laura y el trío de pelirrojas se oponen a dejarla ir sin obtener algunas respuestas, así que deciden poner su voluntad en ello y, si fallan, pueden culpar a Laura.


 “¿Realmente me pudieron capturar estas personas?”

Intentan empezar el proceso de intimidación -con una espátula y una peligrosa engrapadora- pero al retirarle la mordaza a Carmilla, les declara decididamente que ella no tiene nada que ver con los secuestros. Laura insiste con argumentos vagos a los que la vampiro responde sagazmente sin titubear en ningún momento y, como la estrategia no parece ser exitosa, Perry -inconscientemente- sugiere que la mejor motivación será privarla de alimento pero para el noveno día de mantenerla sin su suplemento rico en hemoglobina, Carmilla empieza a desfallecer y convulsionar debido al estado famélico en el que se encuentra. 

Laura se apiada de ella dándole un sorbo de sangre y, en un intento de mayor amabilidad, trata de limpiar la sangre que le quedo en los labios pero la vampiro se niega.

Carmilla: La experiencia de ser capturada por una banda de imbéciles por algo que no tuve el placer de hacer es lo suficientemente humillante como para dejarte limpiarme como a un bebé.
Invadida por un poco de culpa, Laura le pide que le dé motivos para confiar en ella, pues desde la ocasión en la que casi quiso comérsela antes de capturarla no le da buena espina. Carmilla parece aún más apenada cuando le da a entender que la forma en que quería degustarla no era precisamente tan mala.


 “Ese momento cuando te das cuenta 1) Estaba coqueteando 2) Tu crush es seriamente tonta”

Carmilla le ruega que le clave una estaca en ese momento pues no puede creer que haya manera en que la situación sea más embarazosa para ella. Laura halagada ignora el hecho de que su compañera de dormitorio tenga una especie de atracción por ella y le cuestiona directamente que era lo que hacía en las fiestas con las chicas. Carmilla cede antes la insistencia pero le advierte que será una noche MUY larga -o que al menos le llevará toda la tarde de ese miércoles-. Inicia con darle una breve reseña de su vida y Laura, en carencia de consideración hacia la triste historia de Carmilla, convierte su relato en una pantomima narrada por títeres hechos de calcetines.

Nos enteramos que en 1698, siendo condesa cuando tenía 18 años fue asesinada y convertida en vampiro por una madre no-biológica, desde entonces su existencia transcurrió entre su vida nocturna y un ritual que consistía en acudir cada veinte años a un mismo sitio, convencer con base de engaños que acudieran  cinco jóvenes al mismo. No obstante en 1872, una de las chicas marcadas consiguió llegar a su corazón y enamorarla (Puedes leer un FIC sobre eso aquí). Tal traición a su especie le atribuyó un castigo bajo tierra, condenada a consumirse en soledad (su madre no era alguien de temperamento fácil) pero con la venida de la Segunda Guerra Mundial una nueva libertad se abrió ante ella aunque no le duró lo suficiente pues fue descubierta y obligada a contribuir nuevamente en la ceremonia.


Descubierta la clave de los secuestros Laura cree que lo siguiente será más sencillo, sólo deben encontrar a la madre de Carmilla y recuperar a las chicas secuestradas. Pero la vampiro se ríe ante tal sugerencia, pues su madre es nada menos que la Decana y esta bastante segura de que Laura le teme desde ya.

El trío de pelirrojas no parecen felices con la idea de que Carmilla ahora esté de su lado, por lo que prácticamente se desisten a desamarrarla sin pruebas concretas. Esto tiene sin cuidado a Carmilla, pues prefiere la comodidad de estar atada a la posibilidad de enfrentarse a su madre y, de paso, se pone al corriente de lo que la cultura pop le ha hecho a su especie.

No obstante, no cuentan con que la Decana no tiene sólo una hija y, esa misma noche manda a otro de sus vástagos a verificar la situación de su  favorita.


Laura descubre que Carmilla y la Decana no son las únicas consumidoras de sangre, pues Will - el eterno amigo de Kirsch- es el otro integrante de la familia de vampiros. El Zeta provoca a Carmilla sugiriendo que podría probar a su compañera de cuarto pero esto no le hace mucha gracia y termina por golpearlo y, sólo de pasada, probando la sangre de Laura (para recuperar fuerzas).


Temerosa de la reacción de la Decana, Carmilla se plantea escaquearse antes de que William delate que protegió a Laura de su ataque. Pero la joven humana consigue convencerla de que huir la pondría en el camino de parecer culpable, así que si se queda podría intentar alegar de alguna forma que lo hizo por el bien del ritual. 

Empiezan a discutir como un matrimonio viejo frente a las cámaras (no es relevante, pero creo que deberían saberlo).


“Si, del odio al amor…”

Los problemas no dejan de llegar a la vida de Laura pues ahora, aparte de lidiar con una conspiración para raptar personas y compartir la habitación con una vampiro, también ha fallado su examen de literatura y siente que es poco ético solicitarle a Danny que le ayude con tal menester. Carmilla le dice que si ella estuviera en el lugar de Danny, lo haría sin pensarlo. 

Poco a poco van encontrándose cómodas entre ellas ahora que Carmilla no está atada a una silla, así que pregunta qué fue del amuleto que le dio.

Laura lo saca de la parte inferior de su colchón y pregunta sobre su función, Carmilla le dice que es un repelente de vampiros. LaFerry entra al dormitorio y se asustan ante la libre presencia de la ex condesa, así que la jefa del piso corre por ayuda. 

Danny se adentra a la habitación amenazando a Carmilla pero en esta ocasión, al no tener el factor sorpresa, no logra someterla y termina siendo casi asfixiada por su contraataque hasta que Laura le ruega que la suelte. 

Toda la escena se tergiversa hasta terminar en lo que parece una ruptura amorosa por parte de Danny y Laura.


En los siguientes segmentos nos enteramos, gracias a las investigaciones de LaFontaine, que las chicas secuestradas son infestadas por alguna especie de parásito que logra control mental. Con alma inquisitiva interroga a Carmilla sobre si sabe algo pero ella no está muy dispuesta a seguir compartiendo lo que es sólo para apoyar a las personas que la tuvieron en hambruna por nueve días. Laura justifica sus arranques melancólicos contando un poco sobre su historia y cómo no logró salvar a una de las chicas en el pasado… Ahí es cuando LaF se percata que Laura tiene un interés inapropiado por su testigo de primera mano.

Todo el entusiasmo de LaFontaine resulta abrumador para Perry por lo que hay una pequeña riña entre ellas. Distanciándolas un poco y haciendo que LaF se refugie en la amistad que tiene con Laura en una larga maratón de películas.

Laura vuelve a ser víctima del sueño que compartió con Carmilla días antes, pero está vez pudo sentir la presencia de una joven. Carmilla cree que es Ell -su ex- pero no puede confirmarlo ya que a ella jamás se le ha presentado en sueños.

Ante nuevas pistas, LaFontaine y Laura se deciden a ir a la biblioteca para obtener mayor información, obteniendo dos recompensas de su nueva intromisión a ese sitio: Una inteligencia artificial de la época victoriana llamado JP y un libro escrito en sumerio que sólo Carmilla puede leer.


Nos enteramos de que LaFontaine ha desaparecido y para responder sobre su ausencia, existe una tarjeta bastante similar a la que Laura recibió cuando Betty desapareció, sólo que ésta es mucho más directa.

Perry cae en un ataque de pánico cuando Carmilla les hace ver que, ahora que Laura ya no es opción para los sacrificios, alguien debía completar los números.


 “¿Qué más da si tu amiga está perdida? Si una vampiro sexy en pantalones de cuero te saca a bailar, no lo pienses dos veces, ¡Acepta!”

Laura por fin afirma que tiene sentimientos por Carmilla, al menos un crush creciente. LaFontaine regresa sin daño y con una grabación que les sugiere una probable ubicación pero no recuerda nada sobre su ausencia, asi mismo, #Hollstein no pierde tiempo pues averiguan que la ceremonia es sobre una Luz que consume almas llamada Lophiiformes pero por mucho que hayan adelantado, aún no tienen una verdadera solución.

En la incesante busqueda por algún plan de respaldo, JP  encuentra una espada que sólo Carmilla podría rescatar del fondo del océano y eso no le conviene en nada a la ancestral hematófaga, quien harta de la incapacidad de sus sirvientes, decide dejar un hermoso collar para que Laura lo tome y pueda intercambiar unas palabras de madre a hija y ofrecer una tregua. Su propuesta es sencilla, le permitirá conservar a su mascota en turno a cambio de que la mantenga lejos de la ceremonia y no interceda por la persona que entraría como su reemplazo. Carmilla, ante la debilidad de poder que siente, accede.


 “No se puede luchar contra la razón o, peor, contra tu madre”

Carmilla no prevee que Laura graba patológicamente todo lo que pasa en la habitación, lo que asegura que se entere de la pequeña reunión familiar horas después y, sobre todo, de la traición al dejarles llevarse a otra persona. No entiende el sacrificio y la enfrenta tan sólo para decirle que lo mejor que puede hacer es correr y esconderse.


“Un corazón roto a la vista”

Aunque hayan perdido su arma secreta y toda posibilidad de ganar, Laura y Perry con ayuda de LaFontaine, quien ya muestra síntomas del control mental, (que ejerce el parásito que paradójicamente ella descubrió) van a encontrarse con el destino y, si éste les sonríe, quizá a salvar a las chicas.

Laura se despide de Carmilla y su padre en un vídeo.


Carmilla regresa poco después de que su loca compañera de dormitorio y sus amigas han partido a la misión suicida. Lo que la convence de que, quizá, valga la pena hacer algunos sacrificios más para salvarla; Danny llega a su encuentro molesta por un mensaje de ayuda de las chicas pensando que es una muy mala broma pero al ver el dormitorio solo y la actitud decidida de la vampiro, percibe que no lo es y va a su rescate.


Tras una serie de eventos sorpresivamente inesperados, nos enteramos de que la contienda fue una completa victoria: Salvaron a las chicas, ganaron contra los vampiros, Perry mató a Will, la decana está muerta y sólo tuvieron una baja significativa… Carmilla.

Es un poco larga de explicar así que les dejaré uno de los  mejores trabajos hechos por un fan, quien se tomo la libertad de ilustrarnos la batalla.


Aparentemente, Carmilla decidió que debía convertirse en la heroína de la historia, aún si eso significaba que debía morir para cumplir con la misión de Laura. En sus últimos minutos la vampiro es capaz de ver a Ell, la chica de la que estuvo enamorada una vez en el pasado y después de decirle a Laura lo mucho que le disgustaba la mierda que conllevaban los actos heroicos, empuña la espada y se arroja sobre la luz. Perdiéndose en ella.

Para culminar Laura asesta el último golpe y asegura la victoria asesinando con una gran roca a su suegra la decana… pero el precio  que pagó término siendo muy alto.


 “Otro corazón roto a la vista”

Fue la semana más larga del año pasado… pero esto no tendría una segunda temporada si nuestra gloriosa protagonista no hubiera sido encontrada viva y famélica en las ruinas del edificio gracias a las tonteras de los zetas  y la galantería de Danny al llevarla a Laura en brazos.


Terminamos los primeros 36 capítulos con el beso más esperado del 2014 y una situación que nos abre la posibilidad de haber obtenido una renovación para la serie.

Aquí se despide Nadie.
No olviden leer  nuestros resúmenes de cada episodio de la segunda temporada.

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