Bitácora de una fangirl de Hollstein
(Semana 3, día 4, 1600 horas) Aún no hay reconciliación, pero hay renacimiento
de la esperanza.
Nos integramos a los casi seis
minutos- más emotivos y nostálgicos de toda la semana- observando como Perry
sigue en su afán de atacar a una máquina asesina centenaria con agua bendita.
Si bien no es el modo de asesinar a Mattie, si es una debilidad y esto no le
hace gracia, por lo que tan pronto cesa el ataque, ella da su revés al ir tras
el cuello de mamá Perry.
A pesar de que Laura intenta ser una
mediadora en el asunto, su método verbal no funcional y la cosa termina
relativamente mal, pues por sacar de apuros a Perry, Laura es el nuevo objetivo
de la ira de la señorita Belmonde (Es que sencillamente NO debes
humillar/torturar/prohibir/alterar/molestar/etc a alguien inmortal) pero vamos
que hay una tregua que cumplir y una pequeña hermana a la que no decepcionar.
Así que cuando Carm le pide con una simple mirada y una rápida sacudida de su
cabeza, Mattie deja en paz a Laura.
Esto solo va incrementando la tensión
entre los habitantes de la casa. Laura acaba de ser víctima un intento de
asesinato frustrado, Perry está herida – pero no de gravedad- y nuestras
hermosas hematófagas cometen el error de referirse a aquello como un daño
colateral menor.
LaFerry no están contentas. LaFontaine
que hasta ahora había sido imparcial, ahora esta ofuscada porque su -novia-
mejor amiga está herida… Para fortuna o desgracia, aquel movimiento entre los
“equipos” rompe con Laura. Honestamente ya no puede cargar más sobre sí misma,
entendió tardía y de mala forma lo que significa intentar ser la heroína y la
está llevando muy rápido a sentirse exhausta física y emocionalmente (Aplausos
de pie para Elise Bauman en este capítulo, amé la parte sincera de Laura, ha
sido prácticamente imposible recordar porque el fandom entero la detestaba
episodios atrás y eso habla muy bien de la interpretación)
--
Pasando a la escena que todas moríamos
por ver…
Carmilla está sola en modo melancólico
en la sala con su viejo amigo el diván. Aparentemente Mattie está de un pésimo
humor y ella no quería ser participe en su violento coliloquio sobre la
situación. La conversación tiene la tensión apropiada dadas las circunstancias,
es casi palpable la forma en que Laura se siente incómoda al romperse frente a
todo el mundo- principalmente Carm- como si hubiera aceptado implícitamente que
todo el tiempo estuvo equivocada, por otro lado, Carmilla quiere ignorar que
volvió a portarse exactamente como no debería seguir haciéndolo: salvando a
Laura cuando está en peligro (De nuevo, aplausos de pie… Mi computadora ha
visto cosas raras pero creo que hoy me excedí XD)
El silencio no les dura demasiado
tiempo. Laura quiere saber qué es lo que la vuelve tan especial, por qué sólo
es ella quien genera ese nivel de interés en alguien como Carmilla.
Como formidable ex-estudiante de
filosofía, Carmilla no responde directamente. Nos regala frases que pueden
enamorarnos pero que a Laura le rompen el corazón con cada palabra (Campaña
para que Elise sea nominada a algo… así sea a los Premios Creampuffs
CarmillaLatinoamerica 2015, por mejor actuación de corazón roto) pero no es lo
que Laura quiere oir precisamente, aunque tampoco que puede decir a alguien que
no es humana que defina sus sentimientos como simple mortal. No es siquiera verosímil,
su forma de sentir es por siglos diferente, inusual y única.
Carmilla no puede dar esa clase de
amor bonito, el típico sentimiento que toda joven en edad de enamorarse por
primera vez desea, no puede ofrecer esa clase de sensación de que todo encaja.
Porque no es así, porque ella ama sin límite de tiempo, inconmensurable. Ella
no puede bríndale la relación donde pueda encajar como pieza de rompecabezas,
quizá está demasiado rota o doblada como para ajustarse perfectamente a otra
persona pero si puede ofrecer un amor sincero y críptico (Algo que a cualquier
mortal le gustaría poder ir descubriendo) y por muchas o pocas palabras en las
que manifieste su sentir. Laura no lo puede tomar, no es suficiente, no quiere
que todo lo que haga por ella sea sólo por eso. Anhela que sus acciones sean
dominadas por razones que escapen a su amor por ella.
El dolor en el tono y en las miradas
cuando llegan a la escena crucial es tan tangible que- hablo por todas- se sintió
en nuestro propio corazón, el dilema interno sobre a quién le limpiarías las
lágrimas te invade.
Y cuando ambas se desean buenas
noches, siendo Laura la que se levanta y va, es equivalente romper por la otra
mitas a nuestro corazoncito creampuff que apenas sanaba tras el capítulo 15.
Lo último de lo que nos enteramos es
la forma de matar a Mattie. Carmilla le está regalando a Laura la clave para
asesinar a su hermana, quizá la persona que más quiere en el mundo… Vaya que el
amor tendrá sus sacrificios.
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