Oh Creampuffs, sabíamos que habría drama pero esto se
puso un poco más intenso de lo esperado.
Para empezar tenemos a Laura viviendo con la disyuntiva moral de sus decisiones, pues haber puesto a Vordie en el poder le significo más problemas con Carmilla. Y Vordenberg no escucha de razones culpando de todas las desgracias- familiares o no- a los vampiros. No obstante, por otro lado, el campus ahora no se ve amenazado por Corvae y los alumnos no tienen que ofrecer sus hígados, ni el Dios Pez será enterrado en las profundidades de los terrenos.
Pero claro que tanta paz es utopía en Silas y nuestras esperanzas de que Hollstein regrese a sus viejos momentos de romance parecen aún más lejanos. Carmilla puede estar ahí para Laura y sus imprudencias pero no soporta lo contrario, menos ahora que viven en una relación pasivo-agresiva verbal (Si no la dejo limpiarle la cara cuando se hallaba débil y famélica tras 9 días en inanición, obvio no le permitiría ahora hacerle ninguna clase de favor), desafortunadamente es la última vez que la vemos, sacando su despecho y frustración amenazando con mostrar su verdadera naturaleza. Pensar que se estaba conteniendo- aunque alimentarse de jóvenes “compañeras de estudio” a plena luz de día, no es muy discreto- yéndose sabrá el Dios Pez a donde y siendo la última vez que la observamos consciente.
Dentro de la escena posterior a la proclamación de poder de Vordie, el muy condenado anciano discute que los vampiros son un mal que debe ser
Volviendo a tiempo real, vemos a Laura abrazar tiernamente la chaqueta de cuero de Carm, la pobre está preocupada por las acciones o el bienestar de su ex novia inmortal. Y como aquí no hay segundo que sobre o nos vuelva locos, entra Perry con la novedad de que han visto una pantera arrastrando un cuerpo en los límites del campus- sospechoso, claro- Laura ve rápidamente representados los temores de los que está hablando. Perry como buena figura materna le ofrece un poco de helado para cenar, una estrategia estupenda para subir ánimos pero Laura no está para ello y se va a caminar por la casa.
Después tenemos un
momento familiar entre LaFerry y JP, resulta que Perry se siente fuera
de lugar en ese sitio. La única que quiere un segundo de paz, sin vampiros,
ataques o cosas raras- vamos, lo de siempre- pero tanto JP como LaFontaine con
frases brutalmente honestas, le hacen ver que la vida es terrible y bastante difícil
de comprender, por lo que debería compartir su terror con los demás. Después de
todo, los habitantes de la mansión le temen a algo y es mejor pasar por esas
penas juntos.
Tenemos un incómodo pero hilarante abrazo y por fin el antojo
de cenar nieve de Perry es satisfecho cuando ellos aceptan su propuesta.
No obstante, lo más fuerte del episodio está por llegar. Pues cuando Laura regresa a su escritorio hablando de cómo las cosas no salen según lo esperado, Mattie irrumpe con Carmilla en brazos apenas sosteniéndose a sí misma, herida por una flecha.
No obstante, lo más fuerte del episodio está por llegar. Pues cuando Laura regresa a su escritorio hablando de cómo las cosas no salen según lo esperado, Mattie irrumpe con Carmilla en brazos apenas sosteniéndose a sí misma, herida por una flecha.
Pero qué demoni... |
La cual ha sido reclamada como un pequeño error de Elsie.
¿Quién dejo a Elsie jugar con un arco en el cuadrante norte? Lo siento si te di por accidente @HeyCarmilla... ¿Estás bien? |
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